lunes, 24 de noviembre de 2008
Cerca de 4 millones de españoles padecen algún tipo de discapacidad
martes, 18 de noviembre de 2008
La periodista Pilar Requena habla en la UC3M sobre la situación de Georgia
El pasado agosto un nuevo conflicto entre Georgia y Rusia levantaba polvareda. Numerosas acusaciones cruzadas hacían incomprensible para el resto del mundo una nueva guerra. Osetia del Sur era la tierra de disputa, todos mirábamos en el mapa dónde estaba el país de la discordia. Mientras, la periodista de TVE Pilar Requena viajaba a Georgia como enviada especial para retransmitir los hechos a nuestro país.
El pasado miércoles Requena visitó la Universidad Carlos III de Madrid para ofrecer una conferencia sobre Georgia y el conflicto de este agosto. La experimentada periodista dió pistas para entender la ofensiva y explicó la situación actual que se está viviendo en el lejano país. También habló de las vivencias personales como periodista en los difíciles momentos que allí se estaban atravesando. El acto fue organizado por la Asociación para las Naciones Unidas y el Derecho Internacional (ANUDI) dentro de un ciclo de conferencias titulado "¿Segunda Guerra Fría?" .
"Nadie ha hablado de una limpieza étnica, pero la ha habido", señalaba con rotundidad Pilar Requena. La limpieza étnica se ha basado en "un desplazamiento masivo de la población". La periodista de TVE denunciaba las violaciones de derechos humanos que se llevaron a cabo en aquella zona. La tardanza de las misiones de la ONU, las limitaciones para la ayuda humanitaria y la falta de legalidad internacional fueron algunos de los asuntos que Requena puso encima de la mesa.
"Sufro más como ser humano que como periodista", señalaba. Contaba con estermecedor realismo como se encontró con una anciana de 82 años sorda y desorientada, con solo una muda en una bolsa de plástico, vagando por solitarios caminos. Relataba con indignación qué no sabía que hacer con ella porque la ayuda humanitaria no podía pasar y, por tanto, no sabía a donde llevar a esa pobre mujer. Con gran indignación, Pilar Requena hablaba a su auditorio y afirmaba que pudo comprobar como se asaltaban casa mientras los militares rusos miraban hacia otro lado.
No lo niega. A TVE le llegaron muchas protestas sobre la información del conflicto que Requena trasladaba desde Georgia. "Las críticas a los medios de comunicación fueron fuertísimas ya que se afirmaba que solo estábamos a un lado", señalaba. Mentiras, obstáculos y propaganda fue lo que se encontró Pilar Requena en Osetia. Para evitar entrar en el juego político, asegura que ella solo intentaba reflejar lo que estaba viendo. "Ya lo sé que me están engañando pero debes intentar ser ética con la audiencia" y añadía, "cuento lo que me encuentro y si eso le sentía mal a los rusos que se fastidien". Al hablar de la frustación como profesional volvió a puntualizar que es aún mayor "cuando no se deja entrar a la cruz roja o cuando se maltrata a la gente".
Esta veterena en el mundo periodístico dejó una lección magistral: "soy periodista así que tengo todo el derecho del mundo a ser impertinente".
lunes, 10 de noviembre de 2008
Centenares de mujeres afganas mueren al año quemadas vivas
La autoinmolación es la opción que muchas mujeres afganas adoptan para escapar de un infierno de discriminación y maltrato. En 2006, sólo en la región de Herat (Afganistan), murieron 700 mujeres tras rociarse ellas mismas su cuerpo con combustible y prenderse fuego. Estas mujeres no encuentran otra manera de huir, la muerte es lo único que ansían. Sin embargo, muchas de ellas sobreviven y cerca del 98% vuelven al entorno familiar donde han sido maltratadas y vejadas. Cada mujer, cada caso, cada quemadura lleva una historia, un miedo, un golpe...
El 85% de las mujeres afganas son analfabetas, el 57% están casadas antes de los 16 años, y cerca del 80% de esos matrimonios son forzosos. En el escenario de un país devastado por guerras y opresión, las mujeres y niñas afganas viven excluidas de la vida económica, política, legal, y social del país. Pero no solo eso, viven dentro de su propio hogar sometidas a prácticas tradicionales y culturales arcaicas que les arrebatan su libertad y, la mayoría de las veces, hasta su dignidad. Las cosas cambian, pero muy despacio. Actualmente, el 60% de las niñas de entre 7 y 13 años todavía no están escolarizadas. ACAF, en su estudio, señala que "según todas las fuentes de verificación disponibles, las violaciones de los derechos humanos y la violencia contra la mujer son generalizadas y constantes y reclaman una rápida y efectiva intervención por parte del gobierno y de la comunidad internacional". Las mujeres necesitan ayuda, sino la reciben buscan una salida, aunque ésta sea prenderse fuego.
martes, 4 de noviembre de 2008
La apostasía, de moda
Visiones más asépticas del concepto conciben la apostasía como el procedimiento por el cual se abandona la pertenencia a la Iglesia Católica después de haber entrado a formar parte de ella mediante el bautismo. Pero es necesario señalar, que el término no es propiedad exclusiva del catolicismo y que puede ser entendido como la negación, renuncia o abjuración a la fe de cualquier religión.
Hay muchas razones por las cuales se puede apostatar. Albert Riba, presidente de la Unión de Ateos y Librepensadores (UAL), se atreve a clasificar a los apóstatas en varios grupos: “en primer lugar están los que, marcados por la Guerra Civil, buscan la satisfacción de demostrar que no están del lado de la Iglesia; también están los que cuando escuchan algunas de las barbaridades que dicen Rouco Varela, el arzobispo de Valencia, el de Madrid… deciden apostatar en forma de venganza; y luego hay apóstatas racionalistas, que son quienes piensan que cuantos menos fieles registrados tenga la Iglesia, menos dinero y fuerza política tendrá”. No obstante, Riba también indica que hay que tener en cuenta que la mitad de las apostasías realizadas en España se deben a cambios de religión y no a la renuncia total a cualquier fe.
¿Cómo de organizado está el movimiento pro-apostasía en España?
Por la información que tengo de primera mano, hay cientos de personas que la solicitan a nivel individual, y creo que son el segmento más importante de apóstatas. Luego hay una diversidad de pequeños grupos, teñidos de ideologías y de motivaciones muy diferentes, que intentan propiciar la apostasía e incluso promueven apostasías “masivas”. Las relaciones entre esos grupos se producen a partir de la Red, pero no parece que tengan intención de aunar esfuerzos, cada cual va por libre.
¿Qué utilidad tiene Internet para dicho movimiento?
Es su principal fuente de datos, asesoría y vía de contactos.
Como especialista en religión, ¿en qué medida sigue la Iglesia Católica concibiendo la apostasía como una herejía o un delito?
La Iglesia católica, como toda institución de poder, en este caso con un poder que fue totalitario y que tiene aspiración de recuperar, no comprende, ni gusta, ni facilita que la gente sea crítica con lo que es o hace, por eso se opone con uñas y dientes a la apostasía. La dificulta con mil trabas burocráticas y se opone a ella en los tribunales, aunque debe señalarse que esa oposición es más brutal en las diócesis más ultraconservadoras mientras que en otras se facilita el trámite sin problemas.
La iglesia, como institución, no admite que entre la ciudadanía haya un estado de conciencia diferente al que ella marca como único y deseable; lo tiene que soportar para poder seguir medrando dentro de los estados democráticos, pero detesta profundamente esa libertad de conciencia y los derechos que le van aparejados.
La aceptación normalizada de la apostasía por parte de la Iglesia Católica, ¿no podría modernizar la imagen de la institución religiosa?
Me resulta indiferente que la Iglesia modernice o no su imagen, pero lo que es una obligación indiscutible es que la Iglesia debe cumplir las leyes vigentes, y eso no lo hace en muchas ocasiones y ámbitos. La apostasía es uno de ellos. Toda institución decente, honesta y democrática debe tener los mismos mecanismos para afiliarse que para desafiliarse, pero esta condición no se da en la Iglesia católica.
En el Catecismo actual se afirma en muchos de sus puntos que el Bautismo supone la incorporación a la Iglesia (por ejemplo, en el 1267 se dice que "El Bautismo hace de nosotros miembros del Cuerpo de Cristo (...) El Bautismo incorpora a la Iglesia..."; en el 1273 se dice "Incorporados a la Iglesia por el Bautismo, los fieles han recibido el carácter sacramental que los consagra para el culto religioso cristiano...") y en el Código de Derecho Canónico vigente, en su Título I, denominado "De las obligaciones y derechos de todos los fieles", se enumeran las obligaciones que le corresponden a todo bautizado... en resumen, que por el bautismo se entra a formar parte como miembro activo de una organización que tiene derechos y deberes a partir del acta de aceptación de membresía (bautismo) y la Ley obliga a que una tal organización tenga un proceso claro, rápido y gratuito para desasociarse y rectificar los datos personales que tengan de uno. Apostatar de la Iglesia no tiene que ser diferente a darse de baja de un club deportivo, aunque en realidad no es así y ésta pone muchas pegas argumentando tonterías diversas de escaso o ningún fundamento.
¿Deben las Instituciones Públicas fomentar o facilitar la apostasía? ¿Lo hacen suficientemente en la actualidad?
La apostasía es un derecho individual y, por ello, deben ejercerlo individualmente quienes lo consideren pertinente, sin ningún tipo de intromisiones ajenas de las instituciones públicas. La Administración sólo debe ocuparse de que el derecho a apostatar, eso es a que en los registros de la Iglesia figure la salida como miembro donde se constató el ingreso, sea un derecho posible, que se permita sin trabas, con rapidez y sin coste alguno.
¿Hay suficiente información para el ciudadano en este sentido?
La hay, aunque el ciudadano medio la ignore completamente. Toda la información necesaria, y mucha más, está accesible en la Red.
Iñaki Sanjuán Pérez